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SINOPSIS DEL ARTÍCULO

Paco Fernández WEBPsicoterapia Humanista y Gestalt en diferentes lugares del Universo desconocido

Estudio comparado

Esta investigación con sabor a viaje surge de la necesidad de ampliar mi visión acerca de la Terapia Gestalt. Hay mucho escrito acerca de los temas más variados, pero me atrevo a suponer que este tema en particular permanece del todo inexplorado.

Hoy se habla de las diferencias entre las distintas modalidades de nuestro enfoque. La visión de Nueva York distinta a la de California, la Europea distinta a la Norteamericana, la Intrapsíquica diferente a la Frontera-Contacto. Sin embargo poco se ha hablado de la forma de hacer terapia Gestalt en las diferentes regiones del universo conocido y desconocido, incluyendo las imposibles y solo visitadas si se caminan despreocupadamente los senderos de la imaginación.

Supongo que a algunos teóricos grises y rígidos, esta investigación les parecerá poco seria. Tienen razón. Pero la responsabilidad de estos desvaríos no pueden atribuírseme de forma absoluta. Tuve cómplices memorables y sabios que me inspiraron con sus travesías. Ahora menciono sólo a los más presentes y a los libros más acordes a estas ideas, pero sin duda hay varios más. Cúlpese entonces al “Atlas Descrito Desde el Cielo” del escritor serbio Goran Petroviç; a “Océano Mar” del escritor italiano Alessandro Baricco; a “Diarios de las Estrellas” del escritor polaco Stanislaw Lem, a “Historias de Cronopios y de Famas” del escritor argentino Julio Cortazar, a “Las ciudades invisibles” del escritor italiano Ítalo Calvino y a “Diccionario Jázaro” del escritor yugoslavo Milorad Pavic.

Estos cómplices coinciden en la idea subversiva de que nada es más importante y serio que jugar.

Sobre la Relación Terapéutica

En el Ancestral Sultanato de Farabi, Lugar de las Innumerables Puertas, el tiempo fluye de atrás hacia delante, de modo que todo transcurre desde el futuro hacia el pasado con la fuerza y constancia que solo el tiempo (ese fluido viscoso) puede tener. Los ríos suben por las pendientes y la gente nace vieja.

Para ellos la idea de Goodman de “Aquí, Ahora y lo que Viene” se considera un simple error de impresión que han corregido como “Aquí, Ahora y lo que Fue”. Como es obvio, estudian el Ciclo del Contacto partiendo del Postcontacto y terminando en el Precontacto.

En la sesión inicial el paciente parte de una relación profunda, abierta e igualitaria con el terapeuta. Este primer encuentro es siempre un abanico colorido de emociones intensas y de profundidad. Paciente y terapeuta se abrazan, se conmueven de sus similitudes y se asombran de sus diferencias. Lloran y ríen juntos. Su relación en esa sesión inicial es de una intimidad asombrosa y azul. A veces vibran con los mismos acordes misteriosos, sus corazones laten al unísono y cuando se miran a los ojos se encuentran con tal verdad como no sería posible hacerlo con palabras.

El terapeuta aprende del paciente tanto como el paciente del terapeuta. Ambos se curan y logran ver al otro como un verdadero otro.

Conforme avanza la terapia, con el paso de las sesiones, muchos temores (especialmente unos negros y peludos) se hacen presentes. El paciente usa sus máscaras más conocidas y el terapeuta... también. Se distancian inevitablemente y ambos hacen hipótesis y conjeturas acerca del otro. Entran en conflicto y quizá se atreven a expresar algunas de sus diferencias. Poco a poco van olvidando lo que antes sabían; borran, desaprenden. Dudan de su relación y se enfrentan a preguntas sin respuesta ...

(Artículo completo en la revista)

 

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